La Florida, esa península alargada al sur de los Estados Unidos, es conocida mundialmente por la cantidad de parques temáticos que posee y es sin duda, el mejor destino para el entretenimiento, el romance y las artes.
Sus numerosas playas, islas y «cayos» junto con su clima privilegiado, garantizan unas vacaciones de primera y es el escenario perfecto para la celebración de bodas de ensueño.
Sus urbes cosmopolitas le ofrecen al más sofisticado visitante diversión sin fin y gastronomía de nivel internacional en sus múltiples restaurantes gourmet. Pero antes de conocer la historia de su buena mesa, echémosle una hojeadita a su interesante oferta.
Muy cerca de Miami se encuentra el Parque Nacional Everglades, una de las áreas verdes más importantes del estado por su amplia variedad de flora y fauna. Excursiones en bicicleta y paseos en canoas son recomendables para los amantes de la naturaleza en todo su esplendor.
Más adelantito de esta reserva natural protegida, están decenas de «cayos», conectados por la US1 Overseas Highway, que fue creada precisamente para unir por tierra estas pequeñas islas que conforman el llamado Archipiélago de los Cayos, con el fin de poder acceder a ellas, sin la necesidad de tomar un avión o un barco.
El viaje desde Miami hasta el último de los cayos, Key West, es alucinante. El disfrute pleno de la vida relajada de Key West se manifiesta en los 365 atardeceres en el evento “Sunset Celebration” que tiene lugar en la explanada Mallory Square. Las festividades siempre cuentan con la presencia de buena música, mariscos frescos y su emblemático postre el Key Lime Pie.
La región sudoeste de la Florida es el epítome de la belleza en todas sus manifestaciones. En Sarasota, los visitantes pueden maravillarse con el legado del Museo John Ringling, localizado en 27 hectáreas de exuberantes jardines. Las obras de uno de los maestros del Renacimiento provocan la mayor admiración en sus múltiples galerías.
A la hora de las compras en Sarasota, St. Armand’s Circle es la elección, situado a sólo dos cuadras de playa y del Golfo de México, el “Circle” cuenta con más de 140 tiendas, boutiques y restaurantes.
Detente a saborear una taza de café o un Martini en uno de los establecimientos que rodean las elegantes calles de Naples. En Fort Myers los bares, la visita a antiguas pescaderías y el juego de voleyball en la playa siguen ganando muchos adeptos.
¿Estás listo para pescar? El Lago Okeechobee, una palabra en Seminole que significa “agua grande”, está clasificado como el segundo entre los mayores lagos de aguas dulce del país.
Está permitido curiosear entre las blancas arenas de Sanibel y Captiva en busca de caracoles que hacen famosa a estas islas. ¿O qué tal degustar un sandwich de langosta fresca?
Como una gentil dama sureña, la región norte central tiene también sus múltiples encantos. Es refinada, hospitalaria, cautivadora como una fragante magnolia. Desde la sofisticada Tallahasse, capital de la Florida, con sus elegantes mansiones victorianas hasta las extensas áreas de forestación natural. Visita aquí el pequeño pueblo de pescadores de Steinhatchee, para recoger ostiones y preparar tu propia cena.
Toma rumbo al sur a St. Augustine para un paseo en coche tirado por caballo a lo largo de la bahía, disfruta una cena a la luz de las velas donde no falten el Champagne y las rosas. La juventud es perenne en St. Augustine, la ciudad más antigua de la nación, donde todo apunta a que Ponce de León descubrió la Fuente de la juventud.
Su ubicación geográfica ha dado lugar a una increíble fusión de culturas y como es natural, esto se refleja en su gastronomía. Con la influencia de sus vecinos del Caribe, de ahí surge el concepto de “Floribbean Cuisine”.
En toda la Florida se ha desarrollado una cocina que mezcla aspectos propios de la región norteamericana con importantes toques de la cocina caribeña y centro y sur americana.
Hay sutiles diferencias entre la cocina del interior y la de la costa. En Miami, por ejemplo, la versión más característica es la ”Latin floribbean cuisine” , con especial influencia de la cultura cubana donde están presentes el arroz con pollo, picadillo, medianoche y los tostones. La yuca frita es parte del complemento junto con la arepa venezolana y el ajiaco colombiano. El Ceviche llega de la mano del Perú y Ecuador. Nicaragua aporta su emblemático Tres Leches, República Dominicana, su Morir Soñando y Puerto Rico con sus rones. Como toque final a tan exquisitos manjares, el café cubano cierra con broche de oro tan espléndida mesa.
Elízabeth Blanc