Por Ana María Canseco
Dicen que Punta Cana es la tierra del descanso y relajamiento y creo que es cierto. Aterricé en este precioso lugar después de ya saben, haber anunciado que dejaba el programa Un Nuevo Día y realmente fue lo mejor que pude hacer para descansar después de días tan intensos.
Desde la llegada al hotel Royalton Bavaro, eso de que empieces el registro sentado en una de sus salas, mientras al mismo tiempo te ofrecen una deliciosa bebida… eso no se ve todos los días.
Bueno pues después del trámite necesario, se presentó conmigo Junior, el chico que me dijo que sería mi ¡mayordomo! Wow, me sentí como en las películas que te dicen que tienes a una persona que te ayude en todo, se siente bien padre, sobre todo porque este chico era súper buena onda.
Y bueno, continúo, ya una vez registrada, me fui a mi cuarto y tuve una agradable sorpresa cuando entré… ¿alguna vez han llegado a una habitación de hotel y se dan cuenta que tienes tu piscina privada? No sé ustedes pero a mí no me había tocado. Esto además de que la habitación estaba super elegante y con una decoración moderna bien chic. ¡qué espectacular!
Pero en realidad, esta sorpresa sería la primera de muchas porque cuando salí me di cuenta que en realidad es una ciudad pequeña donde el lujo y relax están por doquier en la inmensas piscinas que tiene, en variedad de restaurantes que ofrece, los espectáculos que presentan por las noches.
Es un exclusivo concepto All-In-Luxury con el que tienes acceso a hospedaje super elegante, y con restaurantes de clase mundial para elegir, porque tenían desde los de carnes rojas hasta comida oriental y ni hablar de los desayunos.
Pero en realidad, esta sorpresa sería la primera de muchas porque cuando salí me di cuenta que en realidad es una ciudad pequeña donde el lujo y relax están por doquier en la inmensas piscinas que tiene, en variedad de restaurantes que ofrece, los espectáculos que presentan por las noches.
Es un exclusivo concepto All-In-Luxury con el que tienes acceso a hospedaje super elegante, y con restaurantes de clase mundial para elegir, porque tenían desde los de carnes rojas hasta comida oriental y ni hablar de los desayunos.
¡Ah cómo necesitaba estos días! Es más, por si fuera poco, me regalaron una sesión de una hora que fue tan rico que me pareció que fueron cinco minutos.
Cada detalle del hotel está hecho para disfrute de todos, grandes y chicos, porque tengo que decir que no me pude quedar con las ganas y me metí al “Río Lento”, una piscina donde te montas en un salvavidas y te dejabas llevar por la corriente lenta, algo que seguro es para chicos pero los adultos también lo disfrutamos como si fuéramos niños.
En fin, con todo esto me di cuenta que Royalton Bávaro es como una pequeña ciudad de lujo y descanso donde no tienes que salir a ningún lado para divertirte porque en el día estás en las piscinas, en la playa, en la máquina de surfeo y por la noche puedes estar en los show que te preparan y también animarte a bailar.
También algo muy importante que no puedo dejar de comentarlo, porque es un plus, cuando uno está en la playa, la atención al detalle no se pierde, porque hasta allá iban a preguntarme si quería alguna bebida.
Yo fui con puros adultos pero el concepto del hotel definitivamente está hecho para todas las edades. Realmente es todo una delicia estar ahí y ni hablar de su gente, y no es porque trabajen ahí, ya todos sabemos que República Dominicana es conocida por ser el país donde la gente es más feliz, y pues ahora tuve oportunidad de comprobarlo.
¡Espero volver pronto!